Los observó sigiloso desde la copa del árbol, a ese cumulo de animales pastando tranquilamente bajo sus ojos, ingenuos del peligro asechando las praderas. El murmullo del río corriendo le hizo sentirse algo turbado, faltaba poco para la estación seca. El río desaparecería con el paso de los días, por que no siempre Hellion se mostraba permicible con la abundancia de su elemento, y solía disfrutar de hacer pasar una sed terrible a las criaturas de su reino. Por ello disfrutaba tanto de la estación primaveral, cuando podía ver esa convivencia estrecha con los seres de sus tierras. Un grupo de pequeños niños gacela compiten a la sombra de su arbol sin percatarse de la presencia del joven señor Feudal, chocando sus cabezas con cuernitos apenas desarrollados, saltando de un lado a otro retandose entre todos.
-Como niños...-Susurra para si mismo, observandolos cruzar el río chapoteando cuando el grupo entero se desplazaba del lugar, aparentemente evitando algunos hombre hiena merodeando al horizonte.
Frunció el ceño... Esas alimañas habían estado buscando a los cachorros desde hacía bastantes horas y no cesaban de actuar como carroñeros. Sonrió, era hora de un acto meramente natural. Saltó del árbol cayendo limpiamente sobre el suelo cubierto de hierba, elevandose orgulloso ante la vista al parecer atonita de los depredadores cercanos, y finalmente, exhaló. Una serpiente danzante nació de entre sus labios, creciendo alimentada por el viento y las pequeñas hojitas volando al aire consumiendose en su cuerpo brillante, avanzando después por el campo encendiendo la hierba, convirtiendolas en llamas ardientes crepitando con furia sobre los tallos secos y verdes por igual. El incendio creció dramáticamente sobre la sabana limitado por el propio poder de Marlow, sonriendo divertido al notar como algunas criaturas aun corrían despavoridas lejos del fuego.
-Y así... es como se hacen las cosas en mi reino.