Cheeta o Guepardo
Fisicamente: Son Akhanimalus esbeltos, de complexión ligera. Son pocos aquellos corpulentos, aunque es común encontrarlos de piel clara y cabello en tonos del blanco al amarillo o marron claro. Muchos poseen manchas, otras extremidades como orejas, cola y bigotes son usuales. Visten de beige y amarillo, esto les camufla para cazar. Su habilidad especial es correr a gran velocidad (los mejores corredores de la isla), y aunque no son muy fuertes, una mordida puede asfixiarte.
Instinto: Pelear por amplios territorios de caza es lo usual, e incluso luchan contra sus compañeros reproductivos es parte de su ritual de cortejo. Algo curioso en esta especie es la necesidad del hombre de seguir a su pareja en largas marchas hasta lograr cortejarla. Si el hombre resiste la carrera de resistencia, luchara después contra su compañera. Puede no haber un ganador definitivo, pero si la joven se convence de las habilidades de su pareja, accederá a ser su compañera reproductiva. Sucede el mismo caso entre uniones del mismo genero. En ocasiones adoptan cachorros perdidos, siempre y cuando sean de su especie. Cazan mejor de noche. La marca de su territorio se deja al rasgar troncos, rocas o arboles.
Sociabilidad: Viven en pequeños grupos familiares (pareja de padres e hijos), en parejas o solos.
Jerarquía: El más fuerte consigue los mejores territorios, los hijos pueden compartir este territorio hasta hacerse mayores, entonces, se marcharan a buscar el propio. Los territorios cambias con el tiempo.
Aliados: Ninguno. Son una especie solitaria, y no suele hacer tratos con otras especies, son autosuficientes la mayor parte de las veces.
Enemigos: Todo carnívoro mayor a ellos. Huyen de estos pues, al no ser fuertes, no pueden defenderse bien. Prefieren evitar a sus enemigos.
Fertilidad: Suelen tener un hijo cada tres años, a veces dos. Un Akhanimalu debe visitar a la misma pareja al menos tres veces al año para volverlo su pareja estable. De no ser así, el joven en cuestión suele seguir su promiscuidad.
Fertilidad: Suelen tener un hijo cada tres años, a veces dos. Un Akhanimalu debe visitar a la misma pareja al menos tres veces al año para volverlo su pareja estable. De no ser así, el joven en cuestión suele seguir su promiscuidad.