Cuestión de limite - Privado (Tsuchi)

Las alturas jamás le habían mareado, jamás, y sin embargo aquella tarde estaba un poco molesto, y eso jamás caía lijero en un estómago pequeño y vacío. Y precisamente en ese instante, la sensación de acidez le estaba agotando, le mareaba en una torre que quizás no era más alta que la suya. Una completa tontería, a decir verdad.

-Casi tanto como él...-Susurra para si mismo al momento de aterrizar en la ventana más alta de aquella torre.-Siempre ha de dejarla abierta. Es más descuidado que un niño.-Declaraba mientras entraba por la ventana. El tapiz de inconfundibles matices verdes daba la idea de quien sería su dueño, y como no.- Tsuchi, necesito hablar contigo. ¿Donde estás? ¡Tsuchi!.

Pocas veces alzaba la voz, pocas veces se mostraba tan demandante como ese momento, no le gustaba esperar en absoluto. Jugó con la bufanda de su atuendo color azul mientras esperaba que el dragón de tierra apareciera por algún lugar, mientras observaba distraido la habitación donde se encontraba. Sin lugar a dudas le parecía que ese dragón tenía problemas de gusto.

Mientras Tsuchi se encontraba tranquilamente recostado en unas de sus habitaciones mientras jugaba con sus piezas de Jade (construcción y demolición de castillos) escucha una voz a lo lejos lo cual le darse cuenta que han entrado a su castillo.

-diablos e olvidado cerrar la ventana de la torre vigía otra vez seguramente maldita sea mi suerte, y para colmo de males párese no ser un forastero cual quiera si no que ese fastidio de Marlow- lo dice en tono de resignación - pues mas vale dar inicio a lo que sea que se deba esta visita NO PLANEADA QUIERO HACER NOTAR- dice esto mientras se dirige a su torre vigía - ¿QUE DIABLOS ES LO QUE QUIERES NO VEZ QUE ESTOY EN ASUNTOS MUY IMPORTANTES AL RESPECTO DE PREPARACIONES DE MIS TIERRAS?- grita con seriedad.

se acerca ala puerta de su torre vigía para abrirla y encontrar allí a Marlow.

Tan pronto le vio acercarse a él con aquel aire de completa exasperación, supo que había interrumpido algo importante, o quizás solo un capricho de aquel dragón. ¿Preparaciones de sus tierras? Vaya, pocas veces escuchaba habla con tanta seriedad a un dragón, que curiosa actitud ante su presencia. Tsuchi siempre reaccionana negativamente a su presencia. y no pudo hacer otra cosa que reír.

-Hahahaha. ¿Preparacioón de las tierras? ¿Para que? Antes de que la selva te deje planear algo en su interior, crecerás árboles gigantes en el desierto.-Acomoda con formalidad su bufanda antes de sentarse en el alfeizar de la ventana, mirando distraídamente al exterior, la vista de la selva.- El dueño ha enviado un mensaje, cree conveniente que te deje la alineación de leopardos a ti. No entiendo como... Despues de todo, tus leopardos viven en MI Sabana. Pudo haber designado las labores hace tiempo y no ilusionarme al respecto.-Declara como no dandole importancia.

Una vez escuchado esto Tsuchi se detiene un momento a mirar al su alrededor mientras lo medita un poco.

-hahahahahaha, definitivamente el dueño debe ser un genio, es obvio que no puedes hacerte cargo de algo de tal importancia es por eso que yo me debo hacer cargo, definitivamente yo soy el indicado, si, eso creo, no, no lo creo, LO SOY, muahahah- lo dice en tono de burla mientras se cruza de brazos y mira su techo enseguida se queda un momento pensando ...porque diablos tenia que venir Marlow personalmente a discutirlo... -pero esto me deja con una duda que clase de decisión es esa? porque debería hacerme cargo de algo que no esta en mi zona? como si no fuera ya suficiente molestia tener que vigilar la selva, que acaso el pequeñín, como si yo fuera muy alto, de Marlow no puede hacerse cargo de una labor tan sencilla? bueno a todo esto no pienso discutirlo un segundo mas- dicho esto se da la vuelta y empieza a retirarse -por supuesto el dueño decide que Tsuchi debe hacer esto hacer aquello, no soy su gato, mmmm... gato que irónico es eso porque los gatos no hacen caso a las ordenes hahahahhaha- reía mientras se alejaba

-Si el dueño fuese un genio, habría dejado de emplear lagartijas de tierra que tan solo juguetean en el lodo. Para eso estan los búfalos, y no son tan gruñones.-Ríe con sarcasmo ante sus palabras, realmente se le han subido los humos al dragón de tierra.

El jovencito da un salto desde la ventana y corre a interrumpir el camino del dragón, mirandole fijamente con sus ojos azules, tan parecidos a los de un adulto firme y decidido a conseguir lo que desea. Coloca las manos tras su cuerpo y con voz clara y precisa, le dice:

-Que parezca un niño no significa que no pueda darte una paliza, fui un dragón adulto alguna vez. Y como tal, puedo arreglar mis asuntos mejor que nadie en mi territorio como tu se supone que haces en el tuyo. El dueño lo sabe, y nos prueba. Como unidad de liderazgo, somos débiles, por que un leopardo nos hará discutir como un simple volcan...-Sonríe al recuerdo de su tema de discusión de antaño.- ¿O me equivoco? Es simple lo que quiero. Quiero que los leopardos sean mios como todo comenzó. Y tu se lo harás saber al Amo.

tras escuchar eso simplemente gruñe y entones dice -bien, lo que faltaba, vienes TU, y me dices que hacer, en MI casa, bien pues creí que no te importaban los leopardos, además no es suficiente su existencia para hacerme discutir algo contigo, dicho ya esto me párese que aun estas en MI castillo estorbas en MI camino, y en cuanto a hablar con el dueño, descuida, lo are porque no quiero entrometerme en tus asuntos, descuida los leopardos serán tuyos, que tengas un buen día.

después de decir esto Tsuchi rodea a Marlow y se retira.

-por cierto, sin rencores esta bien? no quiero empezar una pelea cuando no hay un porque, y una cosa mas antes que te retires,- empieza a sonreír con pena -cerrarías la ventana?-

-Esto no es un castillo, es la simple torre que el dueño dispone para mantenerte tranquilo.-Responde cruzandose de brazos negando con la cabeza, guardando celosamente aquella risa que estaba por brotar de sus labios al notar la exaltación del dragón verde.

Tsuchi siempre reaccionaba mal ante la invasión de su preciado territorio y aquello que se dignaba a proteger como propio, aunque poco le pertenecían aquellas tierras y todo lo que en ellas vivía, puesto que todo cuando la lus o las sombras en Galapagos cubriera, eran pertenencia de su Amo supremo. Darles las torres, darles un territorio por proteger, darles criaturas que proteger y regir bajo las leyes más elementales del mundo y la naturaleza, alineandose al capricho de la vida perfecta en un mundo plenamente natural, no eran más que un intento del Amo por mantenerlos ocupados en cualquier asunto, menos en aquellos secretos que deseaba esconder.

-Eres explosivo, Ryu-chan.-Declara con tono burlon, balanceandose cuan niño que era mirandole sonriente.- Algún día eso te traerá la derrota.-Camina hacia la ventana, colgandose del alfeizar para esponer sus fornidas alas de rojas escamas al aire.- Y un regalo para ti.-exhala una curiosa figura de fuego dentro de la habitación, formando un dragón de fuego que danza por la habitación chamuscando los muebles.- Hasta pronto Ryutsuchi!-Se deja caer con elegancia tan pronto cierra la ventana, extendiendo las alas al aire para volar libremente de regreso a la torre de ópalo.

Ryutsuchi no dejo pasar ni un segundo, enseguida volvió para disipar todo el fuego con una fuerte ráfaga de viento, que provoco solamente pasando por la habitación y rompiendo sin pensar su preciada ventana, enseguida toma dirección a Marlow y lo comienza a seguir.

-Marlow!, esto no acaba aquí-

se detiene apenas alejándose a 10 metros de su castillo

-me las pagaras tarde o temprano!-

voltea a ver su ventana y con la decepción en su mirada por romper su ventana grita,

-además tu fuego no puede quemar nada en mi castillo, hahhahahahha-

ríe mientras regresa un tanto molesto.